Esta membrana reviste la esclerótica. Contribuye en la lubricación y la desinfección del globo ocular ya que produce lágrimas y mucosidad, si bien las glándulas lagrimales son más relevantes en este sentido.
Denominamos “coroides” a la capa de vasos sanguíneos y tejido conectivo que separa la retina y la esclerótica. La coroides provee a la retina de los nutrientes y el oxígeno que necesita para funcionar correctamente, además de mantener una temperatura constante en el ojo.
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